Cuando la Navidad pone a prueba nuestra productividad: ¿Cómo encontrar el equilibrio?
- Claudia Ardon
- 17 dic 2024
- 3 Min. de lectura

Las luces brillan, las calles se llenan de adornos navideños y el aroma de galletas recién horneadas invade el aire. Para muchas, la época navideña es una mezcla de alegría y caos. Entre los intercambios de regalos, las reuniones familiares, y los compromisos laborales, pareciera que nos enfrentamos a un dilema interno: ¿Cómo cumplir con todo sin sentir que estamos fallando en algo?
Soy esa mujer que quiere ser eficiente en el ambiente profesional y al mismo tiempo, disfrutar de mi familia y esposo en navidad. Pero a veces, ambas versiones de mí misma parecen estar en guerra. Me he encontrado diciendo frases a mi misma como: “Debería haber terminado este proyecto, pero también tengo pendiente decorar mi casa con adornos navideños, para sentir la chispa de fin de año”.
En Navidad y fin de año, esta lucha interna se intensifica. Por un lado, quiero cerrar el año sintiéndome productiva en mi vida profesional. Por el otro, quiero pasar más tiempo con mi familia, crear recuerdos significativos y disfrutar de estas fechas. ¿Te pasa lo mismo? Si es así, no estás sola.
El equilibrio no es un destino, es un proceso

Lo primero que aprendí es que tratar de ser todo para todos, en todo momento, no solo es agotador, sino imposible. La productividad durante las fiestas de fin de año no significa hacer más cosas, sino hacer las cosas correctas con intención. Y aquí te comparto algunos pasos que me han ayudado a reconciliar estos dos roles en mi vida:
Redefiní qué significa ser productiva
Durante estas semanas, ser productiva puede significar priorizar la calidad sobre la cantidad. Quizá no logrés tachar todo en tu lista de pendientes, pero aseguráte de enfocarte en lo más importante. Buscá tu brújula interna, esa que te guía para hacer las cosas más importantes en tu vida, y luego preguntáte: “¿Qué tarea o actividad tendrá el mayor impacto para mi trabajo y mi bienestar personal?”. Quizá es cerrar ese proyecto clave o dedicar una tarde entera sin interrupciones a tu familia.
Planificá con flexibilidad
En estas fechas, el caos es inevitable, así que dejá espacio para cosas imprevistas en tu planificación semanal. Usá bloques de tiempo para tareas clave y permitite descansar entre ellas. Recordá que decir “no” a ciertos compromisos también es una forma de autocuidado.
Delegá y pedí ayuda

La Navidad no tiene que ser un monólogo. Delegá tareas tanto en casa como en el trabajo. En casa, involucrá a tu pareja o tu familia para que te ayuden con las decoraciones o la preparación de esa tan esperada cena navideña. En el trabajo, identificá qué puede esperar o qué podés compartir con tu equipo o colaboradores.
Practicá la presencia consciente
Cuando estés trabajando, enfócate y trabajá con intención. Cuando estés con tu familia, guardá el celular, dejá de pensar en tu trabajo y disfrutá ese momento. Dividir tu atención solo intensifica la sensación de estrés al sentir que no estás presente en las cosas que realmente importan.
Celebrá pequeños logros

Tal vez no logrés ser la “Miss Navidad” y la “CEO del año” al mismo tiempo, y está bien. Celebrá lo que sí lograste: ese proyecto que finalizaste a tiempo, esa cena que preparaste con amor para tu pareja, esa sonrisa que compartiste con alguien que lo necesitaba.
Una Navidad productiva es una Navidad con significado
La verdadera magia de la Navidad no está en todo lo que hacemos, sino en el cómo lo vivimos. Elegí conscientemente qué es importante para ti y poné tu energía allí. Porque la productividad no es solo cumplir tareas, sino también nutrir tus relaciones, tus emociones y tu paz interior.
Así que esta semana, ¿Estás lista para darle un nuevo significado a tu Navidad?. Tal vez, entre todas, podamos hacer de esta Navidad una temporada más equilibrada y significativa. ¿Y tú? ¿Qué estrategias usas? te leo en los comentarios
¡Nos vemos en el siguiente viaje!
Claudia Ardón





Comentarios