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El legado de un líder que iluminó caminos: ¿Qué aprender del Papa Francisco para seguir tu propósito?.

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Vivimos en un mundo lleno de ruido, exigencias y caminos prestados. A veces, nos perdemos tratando de cumplir expectativas externas, de correr detrás del éxito o de estar ocupadas sin rumbo claro. En medio de tanto movimiento y el ruido de la vida cotidiana, olvidamos una parte muy importante de nosotras mismas, nuestra vida espiritual.

Muchas veces olvidamos detenernos y preguntarnos:


¿Hacia dónde estoy yendo realmente? ¿Y por qué?

Con la reciente partida del Papa Francisco, el mundo entero se detuvo por un momento. No solo para despedir a un líder espiritual, sino para reflexionar sobre su legado. Un hombre que, con humildad, coherencia y una profunda conexión con su brújula espiritual, iluminó caminos para millones.

Y en ese silencio… muchas de nosotras también sentimos ese llamado a mirar hacia dentro.


Un viaje personal entre multitudes y momentos de fe

Recuerdo con claridad el 8 de febrero de 1996. Era una niña cuando fui con mi familia a ver al Papa Juan Pablo II en El Salvador. Estábamos rodeados de multitudes, pero lo que más me marcó fue la paz inmensa que sentí al verlo, justo pasó con el Papa móvil frente a nosotros. Era como si su presencia trajera un susurro de esperanza en medio del caos, esa experiencia marco mi vida espiritual de una forma incomprensible.

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Años después, ya adulta, tuve la oportunidad de participar como voluntaria en la Jornada Mundial de la Juventud 2023 en Portugal, durante la visita del Papa Francisco. Desde ese lugar de servicio, observé algo profundamente esperanzador: jóvenes de todo el mundo, orando, cantando, sonriendo… con alegría en sus corazones. Fue un recordatorio de que, incluso en este mundo agitado, aún hay esperanza, y que los jóvenes siguen buscando líderes que los inspiren con el ejemplo y la dedicación auténtica.


En uno de esos momentos de encuentro, escuché al Papa decir una frase que se quedó grabada en mi corazón y que hoy quiero compartirte:

“Cuantas veces vemos gente que nos mira así, por sobre el hombro, de arriba para abajo, es triste, la única manera en que es lícito, la única situación en que es lícito mirar a una persona de arriba para abajo, es para ayudarla a levantarse”


Estas dos experiencias me marcaron profundamente. Me mostraron que la luz de un líder espiritual coherente no se apaga al morir, sino que se multiplica en los corazones que tocó.

Síntomas de una vida espiritual sin dirección clara:

  • Sentís que hacés muchas cosas, pero tu alma sigue sintiéndose vacía o inquieta.

  • Tomás decisiones desde el miedo, la ansiedad o la urgencia, en lugar de hacerlo desde un lugar de paz interior.

  • Postergás lo que tu corazón anhela, porque no sabés si esos deseos nacen de tu alma o de las expectativas externas.

  • Sentís que perdiste el rumbo, como si caminaras con los ojos abiertos, pero con el espíritu dormido.


¿Cómo solucionarlo?: Inspírate en el legado del Papa Francisco

Como todo ser humano, él no fue perfecto, pero fue fiel a Dios y su verdad. Y eso es lo que lo volvió guía para tantas personas, más allá de religiones o credos. Su vida nos deja 2 enseñanzas esenciales que podés aplicar hoy mismo:


1. La brújula espiritual sí existe

Él no necesitó mapas externos. Siguió la voz de esa brújula espiritual y actuó desde la compasión, la justicia y la fe, convirtiéndose en El Papa del pueblo – Por su conexión con la gente común, su lenguaje directo y su preocupación por los más humildes.

Tomá 10 minutos hoy para escucharte en silencio. Preguntate: ¿Qué parte de mi vida espiritual necesita una mejor guía y dirección?


2. El liderazgo comienza con el ejemplo

El Papa Francisco fue un líder espiritual para millones de personas en este mundo, pero en nuestro caso, no hay que tener títulos para liderar. Basta con actuar con coherencia.

Elegí hoy una micro acción que refleje el tipo de mujer que querés ser y como te gustaría ser recordada después de ya no estes en este mundo. Puede ser algo simple como ayudar sin esperar nada a cambio.


El Papa Francisco no buscó protagonismo, pero su forma de vivir lo convirtió en un faro espiritual. Así que hoy, redefiní el éxito, como vivir alineada con tus valores espirituales, no solo con una existencia vacía.


Hoy, más que nunca, necesitamos mujeres que brillen con autenticidad, que lideren desde el alma y corazón, y que se atrevan a caminar con propósito, aunque el camino no esté claro del todo.


El Papa Francisco fue un líder que no solo nos mostró el camino, sino que nos recordó que la verdadera luz nace dentro. Y que todas —sí, todas— tenemos esa capacidad de iluminar el mundo desde nuestro rincón.


¿Qué parte de tu vida necesita hoy una luz más auténtica? ¿Qué harías si te atrevieras a liderar con tu corazón?

Comentá abajo, compartamos inspiración para seguir nuestro viaje con intención, conectar con lo que de verdad importa y tomar el control desde adentro.

¡Nos vemos en el siguiente viaje! 🚀


Claudia Ardón

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