El Liderazgo del Rey: ¿Qué podemos aprender del perrito King Charles?
- Claudia Ardon
- 28 may
- 2 Min. de lectura

¿Has visto últimamente videos virales de King Charles, un perrito muy interesante que parece tener más autoridad que muchos jefes en oficinas corporativas?Con solo una mirada, este perrito logra que su “manada” lo siga, lo respete e incluso espere instrucciones antes de moverse. En redes sociales, se ha ganado el título de “el líder tranquilo” y es imposible no preguntarse: ¿qué tiene este pequeño que inspira tanta obediencia… sin levantar la voz?
Más allá de lo adorable, hay algo poderoso en su actitud. Porque no lidera desde la imposición, sino desde la calma interior.
Y eso nos da una gran lección: el verdadero liderazgo no se trata de ser el más fuerte, el más ruidoso o el que controla todo. Cuántas de nosotras hemos tenido que soportar jefes que gritan sin ninguna razón, amenazando con botarte del trabajo si no hacés lo que te piden.
Pues hay que recordarles a ellos, que el liderazgo se trata de conectar con tu brújula interna, esa voz que te recuerda quién sos, qué valores te guían y hacia dónde vas.
Liderar desde tu centro:
King Charles no corre detrás de su manada gritando órdenes. Él camina con calma, observa, marca el paso… y todos lo siguen.
Así también pasa en nuestra vida: cuando tenés claridad, cuando sabés qué querés y te movés desde ese centro interno, la gente lo percibe. Tu energía cambia, tus decisiones inspiran y sin necesidad de imponer, influís.
Pero para lograrlo, hay que conocerse, hacer pausas y revisar si las decisiones que tomás están alineadas con lo que realmente te importa. Ahí entra el trabajo con tu brújula interna: esa herramienta que guía tus acciones cuando todo alrededor parece caos.
¿Estás liderando tu propia manada?
Quizás no tengás un equipo a tu cargo, pero igual liderás: tu día, tu energía, tu tiempo, tus emociones. Y si te sentís desconectada, frustrada o reactiva, puede ser que hayás perdido de vista tu norte.
La buena noticia es que siempre podés volver. No se trata de hacer todo perfecto, sino de avanzar cada día con un poco más de conciencia y calma.
Micro acción de la semana:
Tomate 5 minutos para preguntarte:
¿Estoy actuando desde lo que verdaderamente quiero o desde lo que se espera de mí?
¿Qué decisión podría tomar hoy para alinearme más con mi brújula interna?
Quizás no necesités hablar más fuerte, sino simplemente caminar con claridad hacia tu verdadero norte.
👉 ¿Y tú? ¿Estás liderando con tu brújula interna o dejás que el entorno decida por ti? Contame en los comentarios y compartamos inspiración para seguir el viaje de la productividad con autenticidad y propósito.
¡Nos vemos en el siguiente viaje! 🚀
Claudia Ardón.

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